viernes, 13 de junio de 2014

DESOLÉ... MAIS... JE SUIS LE CHEF BUBI... ^^

Pues sí, creo que des del momento en el que he decidido poner orden en mi vida, todo fluye a las mil maravillas.
Ahora sigo una rutina que contrariamente a lo que podáis pensar, no se me hace agobiante ni aburrida. :)
Me suelo despertar a eso de las 6 am en mi sofá, me desperezo (patas traseras, patas delanteras durante unos segundos), para poder desentumecer mis cartílagos y tendones. Una vez hecho esto, abro con delicada ordinariez la puerta de la habitación de los papis. Voy al patio, desayuno una buena dosis de mi pienso reconstituyente y de un salto me acerco a la cabeza de mami, que no sé como quiere levantar el país si a las seis de la mañana sigue durmiendo (hay que ver que vagos sois los humanos). La despierto con algún toque, a veces he de subirme encima de la cabeza o lamber durante varios minutos su cara para que reaccione. Con papi no lo intento porque saca unos ruidos por la boca que me dan cangele... así que cuando duerme, como máximo me aposento en sus pies. 
Cuando consigo que por fin mami se levante (a veces tardan hasta 1 hora en hacer efecto mis acciones), le espero en el comedor en mi posición de caza para lanzarme a sus tobillos. Ahora se queja mucho, dice que si le hago daño en los tobillos, que si vaya con cuidado, que si soy un loco de la colina, hasta me llama ordinario. ¿Yo? ¿Ordinario? Siendo la viva estampa de la sutileza... 
Y luego... duermo. Juego un rato con mi pollo. Y vuelvo a dormir. Y así estoy yo, fuerte y descansado. Y en algunos ratos, mientras estirado contemplo las canaletas de la luz del comedor, pienso en mis recetas... e imagino como sería mi vida en la cité de la cuisine... ¡¡en mi querido París!! Seguro que como mínimo estaría trabajando en Maxim's... olalá!!! le chef Bubi... 
Pero vaya, por algo se empieza. 
El otro día por ejemplo vi a mami que estaba en la cocina, le pregunté que si podía ayudarla. Como os podéis imaginar, me miró y me acarició la cabeza. Osea, que no me entendió ni un solo maullido. (Debería estudiar idiomas, no todo en la vida es hablar inglés y francés).
Luego se fue. Y como dejó la cocina con algunos ingredientes y sé que era el aniversario de los papis, decidí improvisar y prepararles una cena sorpresa.
¿Que hice? Para comer unas berenjenas con atún gratinadas. Y de postre, buñuelos rellenos de crema de chocolate. Os explico como lo hice porque creo que me quedó riquísimo porque los papis... ¡¡¡chupaban hasta la bandeja de las berenjenas!!!!!
Ingredientes: 1 berenjena o 2 según su tamaño y los que vayais a comer. Yo os puedo asegurar que con dos comen tres personas tranquilamente. Luego hace falta atún. Espero que no os pase como a mi. Yo con el atún, pongo un trozo y me como 6... pero es una locura de sabores en mi rasposo paladar... jejejejeje. A lo que iba, además de las berenjenas y el atun, necesitaremos un poco de salsa de tomate (en este caso es recomendable que sea del frito). Yo en esta ocasión usé un poco que quedaba abierto. 
Una cebolla hermosona, oregano y sal.Y para la bechamel: leche, harina y aceite. ¡¡ Y queso rallado!! MIAUUUUUUUUU ^^
Para prepararlo: cogemos las berenjenas y las pelamos. Una vez listas, se cortan en rodajas finas (pero de arriba a bajo, no redondeadas). Yo parto la berenjena por la mitad y voy cortando de arriba para abajo.
Un vez están las berenjenas cortadas las ponemos con un poco de sal en una bandeja para que saquen el agua (unos 10 min)
Mientras tanto, cortamos la cebolla a cuadraditos o si la compráis congelada, coger dos buenos puñados. Cogemos una sarten, ponemos un poquito de aceite y pochamos la cebolla. Una vez veamos que empieza a dorarse un poco, echamos el atún. Vamos removiendo y los minutos le añadimos, un poco de sal, oregano y la salsa de tomate. Con medio vasito, yo creo que es suficiente. Pero según la cantidad que hagáis lo modificáis.
Una vez hecho esto, escogemos la bandeja que pueda ir al horno. Colocamos las berenjenas y por encima echamos la mezcla de atún. Preparamos la salsa bechamel, y la ponemos por encima. Para terminar, añadimos el queso rallado y ¡¡al hornoooo!.
Este es el aspecto que tenían mis berenjenas. Espero que os gusten y os atreváis a prepararlas. 


Por cierto, Tita Eli, anímate se hacen en 10 minutos y están que te comes hasta los bigotes...

¡¡Amig@s, sed felices!!

Mordisquitos en los tobillos.

Bubi, le chef.

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